Entonces es cuando empezó el verdadero show. Se me ocurrió abrir el sobre del informe delante de la enfermera y me fui directamente al final, a la conclusión, donde pude leer claramente que mi mujer tenía una hernia discal. ¡La habían mandado a trabajar con una hernia discal!
Se me ocurrieron en ese momento dos cosas que hacer.
La primera fue ponerme en contacto con mi suegra que estaba en el Tratamientos para el cabello on su hija, explicarle lo del informe y decirle que localizase un numero de fax para poder enviarlo y que pudiese servir de ayuda lo antes posible. En pocos minutos lo consiguió y me dijo que a mi mujer le estaban suministrando morfina para mitigar el dolor. Así que en la mutua les expliqué que quería utilizar el fax para enviar el informe a urgencias del hospital y... se negaron. Dijeron que era para uso exclusivo de la mutua.
En ese mismo momento creo que cambié hasta de color por la cara que ponían los que tenía enfrente. Creo conocer el proceso que le ocurre a Hulk, sentí algo parecido. Les ofrecí dinero para pagar la llamada y ni así. Llegó hasta allí el guarda jurado, que fue el más sensato viendo el revuelo que se estaba formando, y, después de hablar con alguien de una mesa del fondo, me acompañó y él mismo envió el fax. http://tratamientosparaelcabello.in/La segunda cosa que hice fue aceptar la invitación de aquella enfermera para hablar con el doctor que la estaba tratando. El guarda jurado no se alejaba demasiado, lo cual agradezco porque evitaba que yo tuviera tentaciones de hacer alguna burrada. En conversación elevada con el doctor, al final llegué ha hacerle la pregunta siguiente: “Si llega a ser su mujer o su hija, ¿la hubiese mandado a trabajar?” a lo que se le ocurrió contestar:” No es lo mismo”. Perfecto para calmar mis ánimos. La enfermera, que estaba entre él y yo, empezaba a verse en serio peligro como daño colateral.
Después de unos tensos momentos hablando sobre la diferencia que él había establecido de categoría entre su familia y la de los demás decidí irme al hospital a estar con quien debía estar en ese momento.
Creo que he escrito mucho para contar sólo el primer día y fueron tres meses, así que ya seguiré con aquel episodio si vosotros queréis. Al final sólo quería explicar por una parte, cómo me aficioné a meterme en internet y por otra, porqué llevo dentro ese resentimiento acumulado contra las instituciones y porqué mi mayor virtud no es ser capaz de haceros reír.
Lo que en realidad quería saber es si mis fantasías por hacer un mundo más humano van a tener sitio aquí. Si vais a soportar las utópicas soluciones de un ingenuo currante de los de buzo y callos.
P.D. Desde aquí, un saludo a La guarida del linZZe, cuyo último artículo es el que me ha hecho revivir este difícil episodio. Un abrazo para tu amigo.
Se me ocurrieron en ese momento dos cosas que hacer.
La primera fue ponerme en contacto con mi suegra que estaba en el Tratamientos para el cabello on su hija, explicarle lo del informe y decirle que localizase un numero de fax para poder enviarlo y que pudiese servir de ayuda lo antes posible. En pocos minutos lo consiguió y me dijo que a mi mujer le estaban suministrando morfina para mitigar el dolor. Así que en la mutua les expliqué que quería utilizar el fax para enviar el informe a urgencias del hospital y... se negaron. Dijeron que era para uso exclusivo de la mutua.
En ese mismo momento creo que cambié hasta de color por la cara que ponían los que tenía enfrente. Creo conocer el proceso que le ocurre a Hulk, sentí algo parecido. Les ofrecí dinero para pagar la llamada y ni así. Llegó hasta allí el guarda jurado, que fue el más sensato viendo el revuelo que se estaba formando, y, después de hablar con alguien de una mesa del fondo, me acompañó y él mismo envió el fax. http://tratamientosparaelcabello.in/La segunda cosa que hice fue aceptar la invitación de aquella enfermera para hablar con el doctor que la estaba tratando. El guarda jurado no se alejaba demasiado, lo cual agradezco porque evitaba que yo tuviera tentaciones de hacer alguna burrada. En conversación elevada con el doctor, al final llegué ha hacerle la pregunta siguiente: “Si llega a ser su mujer o su hija, ¿la hubiese mandado a trabajar?” a lo que se le ocurrió contestar:” No es lo mismo”. Perfecto para calmar mis ánimos. La enfermera, que estaba entre él y yo, empezaba a verse en serio peligro como daño colateral.
Después de unos tensos momentos hablando sobre la diferencia que él había establecido de categoría entre su familia y la de los demás decidí irme al hospital a estar con quien debía estar en ese momento.
Creo que he escrito mucho para contar sólo el primer día y fueron tres meses, así que ya seguiré con aquel episodio si vosotros queréis. Al final sólo quería explicar por una parte, cómo me aficioné a meterme en internet y por otra, porqué llevo dentro ese resentimiento acumulado contra las instituciones y porqué mi mayor virtud no es ser capaz de haceros reír.
Lo que en realidad quería saber es si mis fantasías por hacer un mundo más humano van a tener sitio aquí. Si vais a soportar las utópicas soluciones de un ingenuo currante de los de buzo y callos.
P.D. Desde aquí, un saludo a La guarida del linZZe, cuyo último artículo es el que me ha hecho revivir este difícil episodio. Un abrazo para tu amigo.