Mientras Pedro Gimeno intentaba infructuosamente explicarle a Amorós cómo funciona el sistema de compresión MP3 por aquello de las famosas ondas de inducción que no se pueden copiar (venga ya, Pedro, no le vaciles a un ingeniero informático), servidora estuvo entretenida en una charla sobre psicofonías. Antonio García había dicho que para él sólo dos hechos paranormales son realmente verdaderos y el resto no se los cree. Para él, lo más "in" de lo "in" en cuestión de temas paranormales son las psicofonías y las caras de Bélmez. Se lo recordaremos cuando hable de videntes, astrología, magia, santería o Ver Peliculas(dícese del estudio de la vida de los ángeles, existan o no; tampoco existen las esfinges y conozco en persona a un experto del tema). Si alguien se lo quiere recordar en un momento dado, debe estar prevenido de la facilidad con la que este muchacho recurre al insulto y a la mentira. Y no porque yo lo diga, sino porque lo demostró él mismo en ese foro que convenientemente desapareció. De todas formas, como conservo los hilos puedo poner unas muestras más adelante.
Cuando un creyente habla de psicofonías siempre usa la expresión mágica. "Jaula de Faraday". Como si eso significara algo. Todos los que hayáis seguido mi crítica del libro de Amorós, "Psicofonías, ¿quién hay ahí?" veréis que lo de la jaula es una mera formalidad que usan "para que no se les tache de chapuceros", pero en realidad no saben lo que están haciendo cuando himbestigan. Sabemos que hay muchas variables descontroladas en esas himbestigaciones, incluyendo el desconocimiento de los propios aparatos que manejan, así que no es de extrañar que se aferren a las jaulas como un clavo ardiendo. No importa, porque siempre puedes encontrar una pregunta con la que dejarles en blanco unos segundos mientras improvisan algo. Lo que yo pregunté fue "¿estás completamente seguro de que no hay nada vivo en, digamos, un kilómetro a la redonda que te pueda jorobar la limpieza de la grabación?". "Hala, venga ya, un kilómetro, no te pases" (tras varios segundos de silencio). "Bueno, pues 100 metros". Silencio. "Pues tampoco". "O sea, que me estás diciendo que, en realidad, no controlas lo que tienes alrededor". Más silencio.
http://www.cinegolden.net/
Cuando un creyente habla de psicofonías siempre usa la expresión mágica. "Jaula de Faraday". Como si eso significara algo. Todos los que hayáis seguido mi crítica del libro de Amorós, "Psicofonías, ¿quién hay ahí?" veréis que lo de la jaula es una mera formalidad que usan "para que no se les tache de chapuceros", pero en realidad no saben lo que están haciendo cuando himbestigan. Sabemos que hay muchas variables descontroladas en esas himbestigaciones, incluyendo el desconocimiento de los propios aparatos que manejan, así que no es de extrañar que se aferren a las jaulas como un clavo ardiendo. No importa, porque siempre puedes encontrar una pregunta con la que dejarles en blanco unos segundos mientras improvisan algo. Lo que yo pregunté fue "¿estás completamente seguro de que no hay nada vivo en, digamos, un kilómetro a la redonda que te pueda jorobar la limpieza de la grabación?". "Hala, venga ya, un kilómetro, no te pases" (tras varios segundos de silencio). "Bueno, pues 100 metros". Silencio. "Pues tampoco". "O sea, que me estás diciendo que, en realidad, no controlas lo que tienes alrededor". Más silencio.
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